Las Vírgenes Prudentes y las Fatuas

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes...”
           (Mat. 25:1-13).
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​¿Cuántos de Uds., todos tal vez, han leído de las vírgenes? Unas eran prudentes y otras eran fatuas. “Virgen” significa “Pureza”. Todas ellas eran gente buena. Cada una de ellas, virgen, vasos santificados de Dios. Pero aquellas quienes tenían Aceite en sus lámparas, entraron, y las otras fueron dejadas afuera. Todas eran vírgenes, cada una. Gente que uno no pudiera apuntar con el dedo, a algo mal. Ellas, cada una, creyeron en la Venida del Señor. Ellas estaban listas para encontrarse con Él, pero algunas de ellas dejaron que su Aceite se acabara.
No permita que ése sea su caso. Mantenga Aceite en su lámpara. El Aceite es el Espíritu, el Espíritu Santo. Nunca permita que se Le salga de Ud. Cuando Ud. sienta que su amor se está apagando (Mat. 24:12), su sinceridad a Cristo y a la Causa, rápidamente vaya a Él Quien tiene la fuente de Aceite, y compre para Ud. mismo una rellenura del Espíritu Santo. [1]

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